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El Comité Olímpico Español ha acogido este martes el acto de presentación del equipo CEAR CF para la inclusión de personas refugiadas bajo el lema “Goles por Refugio”, una iniciativa que utiliza el deporte, concretamente el fútbol, como una herramienta para mejorar la salud física y mental de las personas participantes porque cada gol marcado, cada pase acertado, es un pequeño triunfo personal y colectivo que muestra la capacidad de superación y ganas de encontrar una vida digna y en paz.
El CEAR CF está formado por varios equipos con delegaciones en Valencia, Alicante y Madrid, a los que recientemente se han sumado las de Málaga y Canarias. En cada equipo, más de 20 jóvenes de distintas nacionalidades, se juntan cada semana consiguiendo que el CEAR CF, más que un equipo, sea una familia en la que caben todas las personas con las que se comparte un objetivo claro: cambiar las reglas de juego.
El acto ha contado con la presencia del presidente del COE, Alejandro Blanco; el presidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Carlos Berzosa; la directora general de CEAR, Mónica López; miembros del equipo CEAR CF y el jugador del Getafe C. F., Allan Romeo Nyom.
En su intervención, Alejandro Blanco ha recalcado que lo importante en esta iniciativa son las personas: “Aquí no hay medallas, no hay primer puesto ni segundo ni tercero, hay personas. Lo importante es ayudar a las personas refugiadas en su integración para que tengan una esperanza. Con este objetivo, la labor que está haciendo el CEAR es impresionante. En esta iniciativa lo importante no es si se llega a ser profesional, sino que cada uno pueda crear su propio camino y se pueda sentir realizado”.
Por su parte, Mohamed Amro, jugador sudanés del CEAR CF, ha narrado su experiencia como persona refugiada y lo que ha supuesto para él y para sus compañeros ser parte de este equipo. “Desde el primer momento cuando me propusieron formar parte de un equipo de fútbol dije que sí. Aquí todos somos refugiados, todos estamos intentando reconstruir nuestra identidad en un nuevo país y eso hace al equipo especial. Los entrenamientos nos ayudan a no pensar en nada malo, es nuestra medida terapéutica diaria”, ha reconocido.
Allan Romeo Nyom, jugador del Getafe CF, ha destacado que “es una gran iniciativa que una organización como CEAR apoye a personas refugiadas”. “Yo nací en París y era un niño que tenía muchas ganas de ser futbolista. Con trabajo y algo de suerte he conseguido cumplir mi sueño. Gracias al fútbol te juntas en un vestuario con 25 personas y aprendes mucho sobre los valores del compañerismo, por eso es tan importante”, ha añadido.
“El CEAR CF es un proyecto para la inclusión social de personas refugiadas y migrantes a través del deporte. Un equipo de equipos en el que todas las personas son bienvenidas. Es la materialización de un proyecto soñado y trabajado durante años desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), con el objetivo de trabajar la inclusión de las personas refugiadas y migrantes a través de esa poderosa herramienta que es el deporte. Surge con una vocación clara de aprovechar todo ese potencial transformador que ofrece la práctica de este deporte, influyendo de una manera muy positiva en la mejora de la salud física y mental, favoreciendo el aprendizaje del idioma, así como la creación de una red de apoyo fundamental para quienes forman parte del equipo”, ha asegurado Carlos Berzosa antes de entregarle a Alejandro Blanco una camiseta del equipo y de recibir de manos del propio presidente del COE un reconocimiento por su labor al frente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
La directora de CEAR, Mónica López, ha explicado cómo nació esta iniciativa y la importancia que está teniendo. “El deporte es clave para que las personas sientan que su llegada es más acogedora. Es una forma de sanar heridas en su camino desde sus países de origen. El deporte ayuda a superar los traumas que pueden traer los jóvenes ya que es una medida terapéutica tanto física como mental. Además, el deporte les ayuda también a sentirse importantes dentro de un equipo y a recuperar su identidad”.
El equipo cuenta entrenadores especializados que ofrecen formaciones específicas, material de entrenamiento y participan en ligas privadas ya que, por temas administrativos, no pueden acceder a competiciones federadas. Se han diseñado actividades específicas como entrenamientos y partidos semanales, asistencia a eventos deportivos, acciones de fidelización para fomentar la participación del voluntariado y personas colaboradoras, torneo intra CEAR con las diferentes delegaciones.
La filosofía es que el fútbol sea una poderosa herramienta para promover la solidaridad, la convivencia, el trabajo en equipo, la diversidad y, sobre todo, las ganas de disfrutar. Y para eso solo se necesita una pelota y juntar a unas cuantas personas con ganas de pasárselo bien, sean de donde sean. Porque el fútbol no entiende de fronteras.