La selección masculina de balonmano se estrenó con victoria en los Juegos Olímpicos de París. Lo hizo en un complicado encuentro ante Eslovenia, a la que tuvo que remontar para sumar el primer triunfo por 25-22

Las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, el desempeño de la defensa nacional y los goles a la contra, permitieron a los de Jordi Ribera enderezar un mal inicio de partido en el que la falta de eficacia en ataque los llevó al descanso por debajo en el marcador. 

Imanol Garciandia, Abel Serdio, Agustín Casado, Ian Tarrafeta, Daniel Dujshebaev, Kauldi Odriozola, Daniel Fernández y Javier Rodríguez disputaron su primer partido en unos Juegos, algo que señaló el seleccionador al finalizar el encuentro: “Ha sido una puesta en escena con muchos jugadores que era su primera vez en los Juegos. El equipo de Tokio 2020 y este son muy diferentes: hemos bajado cinco años la diferencia de edad".

Para el técnico el encuentro tuvo dos partes muy diferenciadas: “Sabíamos que el partido iba a ser difícil porque Eslovenia nos sabe jugar y tácticamente juega muy bien. La entrada en partido nos ha costado, sobre todo marcar gol. Hemos tenido ocasiones, pero hemos errado. La confianza en defensa y en la portería nos ha ayudado a que solo nos marcasen 11 goles en la segunda mitad. Cuando nos hemos puesto por delante han cambiado los ritmos del partido. Ellos se han precipitado y nosotros tranquilizado”.

Por su parte, el capitán español, Gonzalo Pérez de Vargas, ensalzó la respuesta del equipo en el estreno parisino: “El primer partido siempre es difícil y más si le sumas el horario y, sobre todo, con mucha gente debutando en una competición como esta y se ha notado al principio, con brazos agarrotados y no tanta decisión a la hora de tirar, pero creo que hemos mantenido solidez defensiva y en la segunda parte hemos podido correr y lo hemos aprovechado”. “Empezar ganando es importantísimo contra un rival directo para la clasificación, para coger una buena dinámica y soltar esos nervios del primer día”, agregó.