El Comité Olímpico Español fue el escenario elegido por los organizadores de los Premios María de Villota para celebrar su undécima edición. La casa del deporte y de los deportistas acogió un emotivo acto en el que el mensaje se centró en el respeto por los valores del deporte y sobre todo a su vinculación con este en la sociedad como modelo de superación personas y de trabajo en equipo.

En esta ocasión los premiados en el apartado del deporte fueron la maratoniana paralímpica Elena Congost, el campeón olímpico de 1.500 en Barcelona 92 Fermín Cacho, el también multimedallista en piragüismo David Cal, oro en Atenas 2004, y la triple medallista olímpica de halterofilia Lydia Valentín, a quien le hizo entrega del galardón Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español.

"En la vida el trabajo dio sus frutos. María era una referente, rompió barreras en el automovilismo, en el deporte femenino. Es importante que la sigamos recordando y por eso agradezco a Emilio, su padre, que siga este legado", apuntó Cal.

Lydia Valentín se declaró emocionada del reconocimiento porque lleva "el nombre de una pionera con la que todas, en algún momento, nos hemos sentido identificadas". Fermin Cacho se mostró especialmente contento de recibir el premio en nombre "de una mujer que ha sido pionera, que me recuerda a gente de un siglo para atrás como Lilí Álvarez. Lo que hizo María y el legado que ha dejado con su fundación es de elogio".

Más allá del medio del deporte la organización World Central Kitchen, dirigida por el cocinero José Andrés, recibió un premio especial por su labor de apoyo a víctimas y damnificados en zonas en conflicto o asoladas por tragedias, ya sea en Gaza, tras la DANA de Valencia o en los incendios de Los Ángeles. 

También se nombró embajadora del Legado María de Villota a la piloto Cristina Gutiérrez, que compite en el rally Dakar y es la sexta persona y la primera mujer en ostentar una función que ya desarrollan Carlos Sainz júnior, Pedro Martínez de la Rosa, Antonio García, Marc Gene y Andy Soucek.

A la gala asistieron múltiples personalidades del deporte español y constituyó, como cada año, una manifestación del legado perdurable que dejó María de Villota en todo el deporte español y todos quienes gozaron de su cercanía. Y sin olvidar que estos Premios son sólo un eslabón más en la cadena de actividades del Legado María de Villota, todas ellas de índole solidaria e integradora.